La despedida de Telémaco y Eucaris, por Jacques-Louis David, 1818
Día 1
Has llorado tanto que mares han
crecido acá adentro
las voces, mis voces, tus voces
inunda el espacio
que será ahora que te vas
tus ojos disipan una alternancia
entre lo real y el sueño.
Te has encerrado
nunca había detestado los Beatles
como ese día
cuando tu llanto se mezclaba en
ti allí dentro
yo te decía Hola, tú me decías
Adiós.
Te veía desde afuera
pedazos de mí comenzaron a caer.
Día 2
No sabes quién eres
cantas y en toda tú se ejecuta
una terrible distancia
me sabes a nocturno mientras te
vas más adentro
No eres tú, ¿quién eres?
¿Dónde
está ella?
Día 3
Me has dejado, nos has dejado
nos rompemos
¿qué ocurrió el domingo? ¿Qué
flores viste?
Los infiernos crecen ahí dentro,
¿verdad?
Yo me deshago en un Chopin
mientras te miro sentada sola,
ahí arriba
no hay diestra, no hay Dios.
Día 4
He llorado toda la noche
ya no estás… ya no estás… ¿quién
es ella ahí en tu cuerpo?
En tus ojos se dibuja un odio tan
grande como el Universo
tan grande e inmenso como el mar
que anoche me arrastró.
Ya no te alcanzo
ya no te alcanzo, querida, ya no
te alcanzo,
soy un ave creciendo boca abajo.
Día 5
Has tenido sueños terribles
no has volteado a verme cuando me
fui
sólo el eco de tu voz apresurada
y el agua del lavabo cayendo
caigo hasta el fondo del mí mismo
las estrellas no sueñan más esta
noche de tristeza y dolor
he roto mi violín en la
desesperación
las cuerdas son la sombre de los
gatos
he quemado mis libros en mi
hecatombe
he cortado el carmesí para que
todo fluya como danza
Jesucristo sólo me mira dando
vueltas
he rogado.
Levántate, no estás enferma
Dios mío, todo está bien
No tienes nada
Sólo quiero que te levantes.
Día 6
Hoy estás más apagada que el
lunes
me miras desde la cama
te miro sentado en el borde.
Te has ido, no eres más.
Cierro los ojos
escucho hablar a la otra, a la
intrusa de tu cuerpo
maldice, observa con odio, con
rencor, grita
¡No eres tú!
¡Es nadie!
Este hueco comienza en mis
huesos.
Día 7
Domingo,
incluso Dios descansó antes de lo
infinito
hoy nadie irá a misa
ella no descansa, está allí
dentro
se ha sentado a observar
como todo va acabando
tiene el sigilo de los astros
antes de incendiarse.
José J. González
Todos los derechos reservados
2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario