Tan común era este hombre que el día que no se hallaba donde nunca, nadie lo extrañó. Su corbata colgaba a la distancia, los lunares coloridos ya se habían borrado. En uno de sus extremos sostenía una masa en forma de péndulo. Quien la vio pudo decir con indiferencia: "Fue una corbata pegada a un hombre".
(En verdad ese sujeto estaba ahí)
José "Saiset" Gonzlález
Cuento escrito el día 22 de febrero de 2010
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saludos , buenas letras sin duda, tus relatos cortos me encantaron!!
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